Capitulos:
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1 - par { IV. LOS DOS REINOS HASTA LOS TIEMPOS DE ELÍAS}par {i Jeroboam, reprendido por un profeta de Judá}par Cuando Jeroboam estaba quemando incienso sobre el altar, llegó a Betel un profeta de Judá enviado por el Señor.
2 - Y por orden del Señor habló con fuerte voz contra el altar, diciendo: {f0 u8220?}Altar, altar: El Señor ha dicho: {f0 u8216?}De la dinastía de David nacerá un niño, que se llamará Josías{cf2super [a]} y que sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los santuarios en lugares altos que sobre ti queman incienso; y sobre ti quemarán huesos humanos.{f0 u8217?} {f0 u8221?
3 - Aquel mismo día, el profeta dio una señal prodigiosa. Dijo: {f0 u8220?}Esta es la señal prodigiosa que el Señor ha anunciado: El altar se hará pedazos y la ceniza que hay sobre él se esparcirá.{f0 u8221?
4 - Cuando el rey Jeroboam escuchó la sentencia que el profeta había pronunciado contra el altar de Betel, extendió su mano desde el altar y dijo: {f0 u8220?}¡Apresadlo!{f0 u8221?} Pero la mano que había extendido para señalarle se le quedó rígida, y no podía moverla.
5 - En aquel momento el altar se hizo pedazos y las cenizas que había sobre él se esparcieron, conforme a la señal que el profeta había dado por orden del Señor.
6 - Entonces el rey, dirigiéndose al profeta, dijo:par {f0 u8211?}Te ruego que ores por mí al Señor tu Dios, para que mi mano se cure.par El profeta rogó al Señor, y la mano del rey quedó sana, como antes.
7 - Luego dijo el rey al profeta:par {f0 u8211?}Ven conmigo a mi casa, para que comas algo, y te haré un regalo.
8 - Pero el profeta respondió al rey:par {f0 u8211?}Aunque me dieras la mitad de tu palacio, no iría contigo ni comería pan ni bebería agua en este lugar;
9 - porque así me lo ha ordenado el Señor. Me dijo: {f0 u8216?}No comas pan ni bebas agua ni regreses por el mismo camino por el que has ido.{f0 u8217?
10 - Y el profeta se fue por otro camino distinto, para no volver por el mismo camino por el que había ido a Betel.
11 - En aquel tiempo vivía en Betel un profeta anciano, cuyos hijos fueron y le contaron todo lo que el profeta de Judá había hecho aquel día en Betel; y también le contaron a su padre lo que había dicho el rey.
12 - El padre les preguntó:par {f0 u8211?}¿Por qué camino se fue?par Sus hijos le indicaron el camino por el que había regresado el profeta de Judá.
13 - Entonces dijo a sus hijos:par {f0 u8211?}Aparejadme el asno.par Ellos lo hicieron así, y el profeta montó y
14 - salió tras el profeta de Judá. Lo encontró sentado debajo de una encina, y le preguntó:par {f0 u8211?}¿Eres tú el profeta que ha venido de Judá?par {f0 u8211?}Yo soy {f0 u8211?}le respondió.
15 - {f0 u8211?}Ven a mi casa, a comer pan conmigo {f0 u8211?}dijo el profeta anciano.
16 - Pero el profeta de Judá le contestó:par {f0 u8211?}No puedo acompañarte, ni entrar en tu casa, ni comer pan ni beber agua contigo en este lugar,
17 - porque el Señor me ha ordenado claramente: {f0 u8220?}No comas pan ni bebas agua aquí, ni regreses por el mismo camino por el que te fuiste.{f0 u8221?
18 - Pero el anciano insistió:par {f0 u8211?}Yo también soy profeta, lo mismo que tú, y un ángel de parte del Señor me ha ordenado que te lleve a mi casa y te dé de comer y de beber.par Aunque el anciano le mentía,
19 - el profeta de Judá se fue con él, y comió y bebió en su casa.
20 - Estando ellos sentados a la mesa, el Señor habló al profeta anciano que había hecho volver al profeta de Judá,
21 - y en voz alta le dijo el anciano:par {f0 u8211?}El Señor ha dicho que por haber tú desobedecido las órdenes que te dio,
22 - pues te volviste para comer y beber donde el Señor te ordenó que no lo hicieras, no reposará tu cuerpo en el sepulcro de tus antepasados.
23 - Cuando el profeta de Judá acabó de comer y beber, el profeta anciano le aparejó el asno,
24 - y el profeta de Judá se fue. Pero en el camino le salió al encuentro un león y lo mató, y su cuerpo quedó tendido en el camino. El asno y el león, sin embargo, se quedaron junto al cadáver.
25 - En esto pasaron unos hombres, que vieron el cadáver tendido en el camino y el león, que aún estaba junto a él. Y cuando llegaron a la ciudad donde vivía el profeta anciano, contaron lo que habían visto.
26 - Al saberlo, el profeta anciano que había hecho volver al otro exclamó: {f0 u8220?}¡Ése es el profeta que desobedeció la orden del Señor! Por eso, el Señor lo ha entregado a un león, que lo ha despedazado y matado, conforme a lo que el Señor le dijo.{f0 u8221?
27 - En seguida pidió a sus hijos que le aparejaran un asno, y ellos lo hicieron así.
28 - Entonces el profeta anciano se fue y encontró el cadáver tendido en el camino y, junto a él, al asno y al león. El león no había devorado el cadáver ni despedazado al asno.
29 - Entonces el profeta anciano levantó el cuerpo del profeta de Judá, lo cargó sobre el asno y volvió con él a su ciudad, para hacerle duelo y enterrarlo.
30 - Lo enterró en su propio sepulcro y lloró por él, diciendo: {f0 u8220?}¡Ay, hermano mío!{f0 u8221?
31 - Después de enterrarlo, dijo a sus hijos:par {f0 u8211?}Cuando yo muera, enterradme en el mismo sepulcro en que he enterrado a este hombre de Dios. Poned mis restos junto a los suyos,
32 - porque sin duda se cumplirá lo que él anunció por orden del Señor contra el altar de Betel y contra todos los santuarios en lugares altos que hay en las ciudades de Samaria.{cf2super [b]}
33 - A pesar de esto, Jeroboam no abandonó su mala conducta, sino que volvió a nombrar sacerdotes de entre el pueblo para los santuarios en lugares altos. A quien así lo deseaba, Jeroboam le consagraba sacerdote de tales santuarios.
34 - Tal proceder fue la causa de que la descendencia de Jeroboam pecase y que, por lo mismo, fuera exterminada por completo.